Técnicamente y formalmente muy cuidado, en palabras de Antonio Colinas, este poemario, propone una reflexión sobre las cosas sencillas, sobre los elementos cotidianos de la naturaleza que a veces pasan inadvertidos: la tierra, las cosechas, un cántaro de barro, la cebolla, el zarzal… Se elogia lo sencillo, la materia que alimenta las sensaciones y afecta a lo más íntimo. A través de elementos físicos y sensoriales, el autor medita sinceramente sobre el entorno del hombre, lo que le rodea: las plantas, los pájaros, el silencio y la palabra que sustenta la creación literaria y la poesía. Con "Piel de trigo" Servando Cano ha obtenido el XXI Premio de Poesía Ciudad de Salamanca.