«No sé, por otra parte, en qué he podido traicionarme; tal
vez en lo que hubiera deseado hacer y he renunciado por debilitación de las
antiguas fuerzas... Es cierto que, por sensatez, he dejado de planificar la
realización a largo plazo de algunas cosas. ¿A qué me mantengo fiel? A cierta
concepción de la poesía y del poeta, a ciertos hábitos que tienen que ver con
el hecho de escribir...»