Griffin, un joven estudiante de física, de gran talento, pero extremadamente pobre, ha descubierto el sistema de volver transparentes todos los tejidos y se somete él mismo al experimento. Las ventajas con que contaba su transformación no son en realidad tales: su cuerpo es invisible, pero no lo son los vestidos ni los alimentos que ingiere; desnudo sufre atrozmente del frío y del hambre; vestido, se ve obligado a cubrir sus manos con guantes, su rostro con vendas, sus ojos con gafas negras, para no ser objeto de terror para cuantos lo ven. Una gran novela fantástica, que apunta a los potenciales peligros de la ciencia.